Aunque ya hemos estrenado año nos quedaba pendiente, entre otras cosas, hacer el resumen de la Rebotika de diciembre, ese club de lectores de Urrike Liburudenda. El pasado 26 de diciembre, entre aromas navideños, estuvimos hablando sobre trilogías, ese concepto de libro que, en realidad, son tres, como mínimo, y que tan de moda está en nuestros días. Lanzado el tema y las preguntas, ahí va el resumen de una tertulia que, como siempre, dejó más preguntas que respuestas y opiniones para todos los gustos.
De alguna manera, todo lector que se precie, ha tenido su fase de trilogías, ese placer enorme que supone encontrar una historia o un personaje que nos atrapa y cuyo autor nos va dando en pequeñas o grandes dosis. Así, fuimos repasando títulos, como la saga Los hijos de la tierra, una historia ambientada en la prehistoria, de la autora Jean M. Auel, en la que el primer título, El clan del oso cavernario, fue un auténtico superventas. También se mencionó La trilogía de Corfú, del naturalista Gerald Durrell, donde nos cuenta su infancia en la isla griega. Allí, en lugar de ir al colegio, recibe formación de amigos de la familia y tutores y pasa el tiempo capturando, investigando y aprendiendo sobre diferentes especies animales, presentes en la fauna insular. Toda una experiencia para un niño, contada en su trilogía de una manera amena y divertida.
La trilogía de la autora Katherine Pancol, Los ojos amarillos de los cocodrilos, es otra de esas trilogías que ha tenido mucho éxito de ventas, si bien, como pasa con tantas otras, hay diversidad de opiniones entre sus lectores, desde defensores acérrimos hasta quienes encuentran que la historia se ha alargado innecesariamente. Algo parecido a lo que ocurre con la trilogía de El país de la nube blanca, de Sarah Lark, ambientada en Nueva Zelanda, cuenta la historia de dos familias condenadas a entrecruzar sus caminos.
En un día para hablar de trilogías no podíamos dejar de mencionar La Trilogía de Nueva York, de Paul Auster. Si bien, en este caso, no hay un único protagonista cuya historia se nos cuenta por fascículos, si no que el eje vertebrador es la ciudad de Nueva York. Este es un libro de lo más recomendable, de esos que no te dejan indiferente. También salieron a relucir algunas de las trilogías más famosas de los últimos años, como la trilogía del Baztán, de Dolores Redondo, la de la Ciudad blanca, de Eva García Saenz de Urturi o la saga de Almudena Grandes, Episodios de una guerra interminable, ambientada en la Guerra Civil. Y también títulos más antiguos, como Los gozos y las sombras, de Gonzalo Torrente Ballester, Los Cipreses creen en Dios, de José María Gironella o la trilogía de Ramiro Pinilla Valles Verdes, Colinas Rojas.
De historias que se alargan hasta ocupar miles de páginas, bien por deseo del autor, por oportunismo para aprovechar el éxito en ventas de una obra, o por la razón que sea, pasamos a hablar de autores que escribieron un sólo libro. Muy conocido es el caso de Harper Lee y su obra Matar a un ruiseñor. A pesar del éxito cosechado, de ganar el premio Pulitzer, y de la previsible presión para que siguiera explicando, Harper Lee no publicó nada más, no concedía entrevistas y se retiró de la vida pública. No sabemos si no quiso o no supo escribir más, como tampoco sabemos con certeza las motivaciones de Juan Rulfo, autor de Pedro Páramo, una de los dos únicas novelas que publicó. A menudo le preguntaban por ello y solía decir que escribir le causaba mucho sufrimiento. Existe una entrevista que le hicieron en 1977 en TVE, muy interesante. Dejo aquí el enlace, por si alguien siente curiosidad y tiene tiempo, porque dura 45 minutos.
Y esto es todo lo que dio de sí nuestra Rebotika de diciembre, una charla interesante que nos permitió recordar títulos, lecturas en agradable compañía y más de una sugerencia para seguir disfrutando de los libros.
